UN POCO DE HISTORIA.
Hoy en día hacer una fotografía es casi como coger las llaves al salir de casa, igual de cotidiano, pero al tomar una fotografía, no se queda sólo en eso, pasa por postproducción al instante, la “CHAPA Y PINTURA” de nuestros dispositivos y cámaras van más allá de del simple disparo.
Entontes, ¿Cómo se hacían los retoques antes?
Antes de tener una cámara incorporada a nuestros móviles, antes incluso de los móviles, los primeros pasos de programas informáticos que podían modificar las imágenes a su gusto era casi magia para cualquier fotógrafo, pero antes incluso que los ordenadores y los formatos digitales, aquellos carretes de las fotografías, tanto en color como en blanco y negro, también se retocaban y de formas muy arcaicas y maravillosas.
En el blanco y negro se usaban distintos cristales de diferentes densidades, así como filtros de distintos colores en las ampliadoras, para potencias, corregir y contrastar la imagen.
¿Y cómo sabias qué tenías que poner?
Se realizaban tiras de prueba en papel fotográfico para ver tanto el tiempo de exposición como las posibles correcciones. Se hacían un panel de exposición con todos los negativos, con lupas se veían si estaban bien, enfocados, subexpuestos, todo un trabajo de horas y de días que hoy se hace en menos de un minuto.
Evidentemente no voy a decir que lo antiguo en este caso era mejor, era diferente y más artesanal, necesitabas de tiempo, ese que hoy en día es tan escaso.
¿Y los retoques a color?
Eso ya es otra historia.


Muchos artistas han sido y son hoy, admiradores de otros artistas, teniendo referencias en sus trabajos, influencias de otros campos que no sean los suyos pero que se inspiran en ellos.
Al igual que ocurre con las influencias y las referencias, también hay muchos artistas que no necesitan o simplemente no usan ese recurso, creando obras totalmente únicas y diferentes, si bien se catalogarían dentro de un género o estilo, no tendrían referencias o influencias de otros artistas.
Tanto si usas referentes en tus obras o influencias, más marcadas o más sutiles, como si experimentas sin ese recurso, estarás haciendo un ejercicio de conocimiento y autoconocimiento para definir tus obras, tu estilo y sobre todo para una mayor riqueza artística.
Evidentemente hacer una foto para inmortalizar un momento concreto, una fiesta, una salida con amigos, un buen fin de semana o una escapada, poco tiene que ver con conseguir un efecto visual y mucho con el sentimiento que esa imagen hará,
Con esta premisa habría que preguntarse ¿entonces tengo que pensar cuando creo la imagen o lo dejo a la improvisación más absoluta? ¿Y si sale totalmente borrosa u oscura, mal encuadrada o movida?
En este blog hemos hablado mucho sobre la magia de congelar el tiempo en una imagen, para lograr eso tenemos una de las herramientas más importantes para un fotógrafo.
Este pequeño, rápido y eficiente componente de la cámara es el responsable de la cantidad de luz que necesitas para crear una imagen.