Preguntas y más preguntas

Preguntas y más preguntas

Cuando solamente tenías 24 ó 36 posibilidades para hacer una fotografía tenías que pensar muy mucho y mirar más aún para hacer una fotografía. Claro que también podías disparar a lo loco y luego pagar el resultado al revelarlo.

Todas esas preguntas hoy han desaparecido, casi se puede decir que son exclusivas de la parte más puritana de la fotografía, personalmente creo que hacer una fotografía depende mucho del momento en el que estés y lo que quieras reflejar.

Evidentemente hacer una foto para inmortalizar un momento concreto, una fiesta, una salida con amigos, un buen fin de semana o una escapada, poco tiene que ver con conseguir un efecto visual y mucho con el sentimiento que esa imagen hará,

a posterior, en la persona que la vea.

Pero eso no le quita ni un ápice de valor a esa imagen, al contrario, puede que sea la expresión más exclusiva de una imagen, ya que sólo unas pocas personas o una sola, entenderán qué quiere decir realmente esa imagen, el resto lo imaginará, o creará un contexto o historia que puede ser la verdadera, o totalmente lo contrario.

Con esta premisa habría que preguntarse ¿entonces tengo que pensar cuando creo la imagen o lo dejo a la improvisación más absoluta? ¿Y si sale totalmente borrosa u oscura, mal encuadrada o movida?

Muchas preguntas pueden aparecer, la verdad es que lo artístico para algunos es mediocre para otros, mal ejecutado para otros tantos o sublime para otros tantos más…

La fotografía, se define a sí misma en su significado y en su forma para decirnos que dependiendo quien mire, al igual de quién haga la imagen, el resultado siempre será distinto, único y con la posibilidad de tener múltiples interpretaciones.

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